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Ir contra la corriente en la crisis inmobiliaria

Kiva, empresa del sector, decidió durante la pandemia hacer crecer sus equipos de trabajo y planear dos nuevas líneas de negocio, ¿el objetivo? Ir un paso adelante de la industria.
mié 16 diciembre 2020 05:00 AM
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Álamos LifestyleCenter se construye en Querétaro.

Kiva, un grupo inmobiliario con esquema de pool de rentas, decidió ir contra la corriente durante la pandemia y en lugar de determinar reducir su plantilla laboral por la situación crítica mundial a causa del coronavirus, decidió “echar la carne al asador” y, además de hacer crecer sus equipos, planeó nuevas estrategias de negocio.

La compañía tiene alrededor de ocho años en el mercado, tiempo en el que han desarrollado 22 proyectos que se encuentran en operación, entre los que hay plazas comerciales, de usos mixtos y parques industriales en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y en Querétaro y han acumulado 750 inversionistas.

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Antes de la pandemia tenían una ocupación de 94% en todos sus espacios inmobiliarios de servicios, pero durante la contingencia sanitaria bajó a 86%, es decir, una caída de 8%, mientras que el promedio del sector en el AMG fue de -20%, indican datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios.

En los últimos meses se ha recuperado con un crecimiento de tres puntos porcentuales y esperan que hacia el 2021 el desarrollo continúe ascendente, pero mientras el futuro llega, Kiva no se detiene.

“El próximo trimestre terminaremos ocho proyectos en construcción, muy relevantes. Esta es una situación muy retadora, pero en lugar de echarnos para atrás, le daremos para adelante. Porque es el momento en el que todo el mundo frena, y cuando en la industria inmobiliaria frena, toma mucho tiempo arrancar- Nosotros reforzamos, contratamos más gente porque había muchas oportunidades en el mercado”, cuenta Jaime Flores, director general de la empresa.

Uno de los ejes que han tomado es la digitalización de la compañía en todos sus ámbitos, como parte de un plan de tres años en el que se hará una renovación de la marca y se darán nuevas capacitaciones a los trabajadores.

Como parte de esta incursión en el mundo digital, Kiva se alió con Briq, una empresa de crowdfunding con la que permite “democratizar las inversiones”. dice el directivo, ya que se puede participar en el grupo inmobiliario desde 5,000 pesos, mientras que al hacerlo directamente con la compañía, los montos requeridos rondan el millón de pesos.

Además, se trabaja en otra líneas de negocio nueva: el project finance, que levantará un monto de capital mayor para poder desarrollar inmuebles avanzados y específicos que necesitan una financiación elevada, “vamos a apuntalar al financiamiento de proyectos de otra forma. Hemos tenido muchas solicitudes del mercado para que hagamos proyectos a inversionistas que tienen todo el capital y lo aplicarán patrimonialmente. Diversificamos nuestra fuente de ingreso para aprovechar la experiencia que hemos tenido”, comenta Jaime Flores Solís.

Estas decisiones los llevaron a tener un 2020 positivo. A pesar de que la pandemia golpeó a la inmobiliaria, como al resto del sector, y registraron ingresos 20% debajo de lo esperado, decidieron aprovechar las oportunidades del mercado para apostar por nuevas estrategias y apuntar a que los siguientes dos años sean de desarrollo importante.

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