México es un mercado atractivo para las plataformas de espacios compartidos. Hasta mediados del año pasado la consultora CBRE estimó que existían más de 300,000 ubicaciones de espacios de coworking y trabajo flexible a nivel nacional.
En estos lugares los profesionistas encuentran todos los servicios de una oficina tradicional pero en un ambiente más informal y cómodo, además de la posibilidad de hacer networking, mientras que a sus empleadores les permite tener contratos por el tiempo que deseen y reducir costos, sobre todo en una época en la que su contabilidad no se ha recuperado del todo por la crisis sanitaria.
El valor de mercado global de los espacios de trabajo compartidos y flexibles se estima en 26,000 millones de dólares y la cifra puede duplicarse en un periodo no mayor a cinco años, revelan cifras de Instant Group.
Natalia Lozano Espenet, senior managing director de Newmark, opina que el coworking está comenzando a apuntalar su expansión de diferentes maneras y las expectativas hacia adelante para este sector son alentadoras.
“Estas plataformas están rentando o subarrendando oficinas 100% acondicionadas, incluso plantas de oficinas independientes para luego rentarlas a las empresas que buscan los servicios de coworking. Esta tendencia no solo llegó para quedarse, también experimentará un importante crecimiento”, dice la especialista.
