Aunque en 2020 durante la pandemia fueron los inmuebles con rangos de precios medio a medio alto los que más se produjeron y comercializaron, como indican los reportes anuales de las vivienderas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Según sus resultados, aunque enfrentaron una caída en estos dos indicadores, los ingresos no fueron golpeados con la misma magnitud debido a que el precio promedio de venta se elevó.
Para el directivo de Solili esta es una ventaja. En Chicago se llevó a cabo esta estrategia de manera exitosa. En el momento de la transformación, la densidad de la población era de 4,447 habitantes por kilómetro cuadrado —en la CDMX es de 6,000 por el mismo terreno, indican datos del Inegi— y había alta demanda de viviendas, por lo que el desarrollador Marc Realty transformó un edificio de oficinas de 16 pisos a 132 departamentos. Actualmente, el alquiler va de los 1,150 dólares a los 1,600 dólares al mes.
Sucedió de manera similar con Cedar Street Capital, que de pasar de ser un edificio corporativo, se convirtió en un inmueble que alberga 114 departamentos de renta, con un cobro de 1,895 dólares al mes; “Ambos proyectos lograron aprovechar los pisos abiertos originales, los techos abovedados y obtuvieron créditos fiscales históricos que generalmente se ofrecen para ayudar a financiar las renovaciones”, precisa el experto.
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No obstante, esta no es la única solución para que se rehabiten las oficinas. Para Juan Calos Díaz Domínguez las estrategias que han funcionado a las empresas y que continuarán haciéndolo es que los desarrolladores entreguen el proyecto totalmente terminado, “con llaves en mano, para que las empresas no tengan que invertir o hacer gasto de capital en acondicionar sus oficinas”, comenta.
Además de las estrategias de hacer contratos con menos plazos forzosos, así como descuentos y concesiones a inquilinos.
Otra manera de atraer clientes, considera, es poner atención al tema wellness. Una de sus propuestas es inyectar aire natural a las oficinas a través de ductos a sus sistemas de aire acondicionado y que pase por filtros, además de una lámpara ultravioleta para purificar el viento. Igualmente considera dar prioridad a las terrazas y espacios abiertos que puedan ser usados por los colaboradores.
También la sustentabilidad será un punto a favor. Las certificaciones LEED, cargadores de automóviles eléctricos, así como la captación de agua pluvial y el uso de paneles solares podrán jugar a favor.