En los últimos 3 años, la División de Administración de Proyectos y Desarrollos ha intervenido alrededor de 160 mil m2 de oficinas corporativas del sector bancario, en aproximadamente 65 proyectos, de diversos clientes asociados a la banca en México.
En estas modificaciones se ha realizado la implementación de mobiliario flexible y un mayor distanciamiento entre empleados, lo que cambia la densidad del lugar a 12 metros cuadrados por asiento, cuando antes de la pandemia el promedio era de nueve metros cuadrados.
La creación de flujos de personas para que no se conglomeren en los pasillos, así como el aumento de tecnología para trabajar al mismo tiempo con otras personas a distancia, también se toman en cuenta.
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La menor cantidad de personas en las oficinas es factible, debido a que las empresas consideran los horarios escalonados y trabajo híbrido, lo que a su vez empujará a rentar menos espacio.
“Existe una alta probabilidad de que los metros de espacios de oficina que actualmente existen tiendan a reducirse. Los bancos no van a tener edificios vacíos, por lo que es muy probable que eliminen espacios semi vacíos, concentrando al personal en menor número de inmuebles y en edificios propios para poder reducir costos operativos y de mantenimiento, que actualmente son muy altos”, explica Javier Gutiérrez Ochoa, director de operaciones en JLL.