Oficinas
En el polo contrario al sector industrial, las oficinas han sido las más afectadas. Luis Mendez Trillo, presidente de Coldwell Banker Commercial, plataforma de inversiones inmobiliarias que comenzó operaciones en México, el sector no ha tocado fondo, por lo que la recuperación aún está lejos, dijo en el lanzamiento de INMSA, empresa de inversiones inmobiliarias.
Estar en lugares cerrados, por mucho tiempo y varias personas a la vez, ha sido uno de los ambientes más evitados por el alto riesgo que representa para los contagios del COVID-19, por lo que las empresas cambiaron su formato de trabajo y comenzaron a realizar labores más digitales y a distancia.
Esto, aunado con los problemas económicos para muchos sectores de México y Latinoamérica —comercio mayorista y minorista, actividades comunitarias sociales y personales, hoteles, restaurantes, entre otros, indica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)— que provocó el cierre de compañías, llevó a espacios vacíos, a pesar del esfuerzo de las Fibras por apoyar a los arrendatarios.
“Todos los que tienen oficinas saben que habrán menos compañías, que la densidad va a bajar. Desde el punto de vista de la pandemia en oficinas las compañías se han adaptado a las medidas de salubridad. Cada vez hay más filtros para poder entrar esta forma de actuar ha sido positiva para las Fibras, aunque han tenido que platicar con los inquilinos que difícilmente van a pedir rebajas”, explica José Luis Quiroga del Egade.
Al cierre del 2020, tan solo en la Ciudad de México, uno de los mercados corporativos más fuertes del país, se registraron 1.3 millones de metros cuadrados desocupados, es decir, 18.6% del total del área existente indican datos de Newmark. Durante este periodo, la apertura de nuevos edificios de oficinas prácticamente se detuvo y solo un nuevo inmueble abrió sus puertas. Para este año la situación no ha mejorado.
Para este año, la situación no presenta mejora. En la capital del país, durante el primer trimestre, la tasa de vacancia creció 1.6%, en Monterrey 1.8% más. En Querétaro y Puebla, los aumentos en la desocupación fueron más graves, con 5.9 y 3.4%, respectivamente. Guadalajara también registró cifras negativas. Registró un incremento anual de un tercio de sus espacios disponibles, mientras Tijuana duplicó las oficinas vacías, indica la consultora Solili.
Uno de los fideicomisos con mayor propiedades de oficinas en su portafolio es Fibra Danhos, con 30% del total. Su ocupación ha ido a la baja. En el cuatro trimestre del 2020 este indicador reportó 74.5%.
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En el arranque del 2021, de enero a marzo, continuó en caída. En este periodo la ocupación fue de 72.8%; “la mayor afectación se observa en Urbitec y Toreo Parque Central Torre A por la desocupación generada por el vencimiento y no renovación de algunos contratos de arrendamiento”, declaró la Fibra en su reporte trimestral a la BMV.
Fibra Monterrey también atribuye gran parte de su portafolio a inmuebles industriales con 23%. Aunque ha mantenido cifras estables, estos inmuebles fueron los que registraron menor ocupación en comparación con los comerciales e industriales, con 86.2%, dos puntos porcentuales menos a los registrados en 2019.
Este año, la cifra cayó aún más. En sólo tres meses, la ocupación descendió 10.2% y se quedó en 78.2% y sin variaciones en el área bruta rentable, es decir, no se agregaron nuevos espacios.
“En el caso de nosotros somos una fibra de oficinas, ya están rentando espacios, ya estamos en niveles del 40% y 45% que ya es muy bueno. Va ligado al tema de salud, de vacunación. En Estados Unidos ves el regreso a la normalidad como Manhattan, la gente ya va 100% a trabajar y a los centros comerciales. Este 2021 está empezando con luz, ya vimos una luz al final del túnel”, cuenta Jorge Ávalos.
La situación ha llevado a que se implementen otras estrategias, como la reconversión. Funo, por ejemplo, trabaja en transformar dos edificios de oficinas en hospitales.
“Nos tuvimos que adaptar al negocio de oficinas y nos movimos un poco hacia hospitales, tratando de transformar parte de nuestros activos. Si me hubieran preguntado hace un año o hace 18 meses (quizá) no lo hubiéramos considerado, hoy nos estamos adaptando al cambio”, dijo Gonzalo Robina, director general de Funo, en un evento virtual.