Los actores políticos y empresariales aún no se ponen de acuerdo sobre qué medidas se necesitan tomar para aminorar la escasez de agua que se ha agudizado en el país en los últimos meses.
Agua y energía a debate, los desafíos para las naves industriales
Una de las propuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador es reformar la Constitución y cancelar las concesiones en zonas en donde hay más carencia del líquido, a menos que el destino del agua sea de uso doméstico. Esta medida ha desencadenado “peros” por parte de empresarios industriales y desarrolladoras inmobiliarias, debido a que en el norte y centro del país, en donde se ven más los efectos del nearshoring, es en donde hay mayores problemas.
“No solo hay crisis en Nuevo León. Sino que prácticamente en todos los estados del norte están en estrés hídrico y una nueva crisis en el Valle de México. Vemos muy adecuado que el presidente esté consciente de ello y busque cómo solucionarla; sin embargo, no vemos adecuado el método que está utilizando”, dice Javier Arteaga Gutiérrez, fundador y tesorero del Consejo Empresarial Mexicano.
El argumento del organismo es que el mayor consumo del agua no corresponde a las empresas que se suelen instalar en esta zona del país, sino a la agricultura. De acuerdo con Estadísticas de Agua en México, al menos 76% del volumen concesionado va a este sector y el industrial 4.95%, por lo que en caso de quitar las concesiones, no se solucionaría el abastecimiento, dice el experto.
“Nuestros sistemas agrícolas están perdiendo 57% de ese 75% en la evaporación, entonces si bajamos ese porcentaje a 52%, tendríamos 5% más de agua disponible, que se podría destinar al uso doméstico y personal”, agrega Juan Carlos Pérez Góngora, consejero del Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey. Esto se haría a través de la tecnificación de la agricultura, con inversiones que eficiente los procesos.
También considera que otra vía sería sustituir las hidroeléctricas, que consumen 4.7% del agua, por generadoras de energía solar o eólica.
La construcción de plantas de tratamiento por las mismas compañías es otra medida adicional que, aunque ya se hace, se debe aumentar, solo con su uso se podría aumentar en 1% la disponibilidad del agua.
“Esto debió haber sido desde mucho tiempo atrás, haber construido plantas industriales y que cada uno de los municipios y estados le exija a nuestros clientes que construyan una”, dijo Arturo Bañuelos, director regional de Proyectos y Desarrollos para Latinoamérica de JLL, en conferencia de prensa a inicios de febrero.
Estas alternativas surgen debido a que las empresas extranjeras que llegan a México se instalan en el norte y centro del país y cancelar las concesiones no podrían instalarse, lo que generaría un efecto negativo en las inversiones, ya que se sumaría al problema de suministro eléctrico que ya padecen, principalmente, las desarrolladoras de naves industriales que entregan inmuebles dotados de servicios.
“Existe falta de transmisión de energía, por lo que algunas empresas no se pueden instalar y ahora tampoco lo podrán hacer por concesiones del agua. Eso hace que este momento económico, que no se nos había presentado en México en 100 años, no podamos aprovecharlo por una mala generación y uso de recursos naturales”, agrega Javier Arteaga, del Consejo Empresarial Mexicano. Esta oportunidad representaría, en el resto de la década, un crecimiento de 4% anual del Producto Interno Bruto (PIB).
Este efecto sería recibido, en primera instancia, por las inmobiliarias, ya que son las encargadas de construir lugares con la infraestructura demandada por las compañías, sobre todo cuando llegan del extranjero, y que ante la falta de suministro de electricidad, se enfrentan a un mercado con opciones de terrenos cada vez más limitadas, por lo que el valor del terreno incrementa.
En el último trimestre de 2023, el precio promedio de salida incrementó 22% en la Ciudad de México y su zona metropolitana, 27% en Chihuahua, 11% en Monterrey, 14% en Reynosa y 16% en Saltillo, mientras que los inicios de construcción cayeron 17%, 56%, 14%, 59% respectivamente. Solo en Saltillo (de estos mercados) creció 12%, de acuerdo con la inmobiliaria Datoz.
“Estamos enfrentando que muchas ciudades industrializadas de hace muchos años hoy están sufriendo escasez de agua, y también están sufriendo en el sentido de que ya no es tan fácil que se ubiquen en estas ciudades”, agregó Arturo Bañuelos.