En un panorama económico cada vez más desafiante, el acceso a la vivienda se ha convertido en un tema crucial para millones de latinoamericanos. De acuerdo con un análisis realizado por la plataforma inmobiliaria Lamudi, de venta y renta de propiedades, en la mayoría de las principales ciudades de la región el alquiler de una vivienda de clase media requiere más de un salario mínimo mensual.
México, el país en donde las rentas mensuales triplican el salario mínimo
CDMX y Guadalajara encabezan la lista de lugares latinoamericanos en donde el acceso a la vivienda, en alquiler, es de los más complicados.
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El análisis, que abarca 17 urbes, pone de evidencia la creciente brecha entre los ingresos y el costo de la vivienda.
Ciudad de México y Guadalajara encabezan la lista de las ciudades donde el alquiler resulta más caro en relación con el salario mínimo. En la capital mexicana, específicamente en la colonia Narvarte, el alquiler promedio de un departamento de clase media asciende a 1,295 dólares (24,223 pesos), lo que equivale a tres salarios mínimos mensuales. Guadalajara no se queda atrás, con un alquiler promedio de 1,281 (23,852 pesos) dólares en la zona de Chapalita, también representando tres veces el salario mínimo.
La situación en Buenos Aires es igualmente preocupante. En el Caballito, considerado un barrio representativo de la clase media porteña, el alquiler medio se sitúa en 525 dólares (9,775 pesos), lo que supone 2.7 veces el salario mínimo argentino. Este dato cobra especial relevancia en el contexto de la crisis económica que atraviesa el país, con una inflación creciente que limita constantemente el poder adquisitivo de los trabajadores.
Lima y Monterrey completan el top 5 de las ciudades con alquileres más elevados en relación con el salario mínimo. En la capital peruana, un departamento en el distrito de La Molina cuesta en promedio 660 dólares (12,289 pesos), equivalente a 2.4 salarios mínimos. Por su parte, en Monterrey, el alquiler en la colonia Roma alcanza los 907 dólares (16,888 pesos), lo que representa 2.1 veces el salario mínimo mexicano.
El estudio de Lamudi no se limita a las grandes metrópolis. Ciudades intermedias como Córdoba, Rosario, Medellín, Bogotá y Arequipa presentan un patrón común: el alquiler de una vivienda de clase media requiere entre 1.5 y 1.8 salarios mínimos.
Este dato es particularmente relevante, ya que estas urbes a menudo se perciben como alternativas más asequibles a las capitales, pero la realidad muestra que el problema del acceso a la vivienda es generalizado en la región.
En Ciudad de Panamá, por ejemplo, el alquiler promedio en el sector de El Cangrejo alcanza los 1,130 dólares (21,041 pesos), mientras que en Rosario, Argentina, se sitúa en 342 dólares (6,368 pesos).
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A pesar de la diferencia nominal, ambas cifras representan 1.8 veces el salario mínimo en sus respectivos países, lo que la hace también difícil para alquilar.
El panorama en Colombia merece una mención especial. En Medellín y Bogotá, los alquileres oscilan entre 510 y 523 dólares (9,496 y 9,738 pesos), lo que equivale a aproximadamente 1.6 salarios mínimos colombianos.
Cali se presenta como una opción ligeramente más accesible, con un alquiler promedio de 403 dólares (7,504 pesos) o 1.2 salarios mínimos.
Ecuador presenta una situación relativamente más favorable, aunque no exenta de desafíos. En Quito y Guayaquil, los alquileres promedian 485 y 434 dólares (9,030 y 8,081 pesos) respectivamente, lo que representa 1.1 y 0.9 veces el salario mínimo. Este último dato convierte a Guayaquil en la única ciudad del estudio donde el alquiler no supera un salario mínimo completo, aunque se acerca a ese umbral.
Entonces, ¿cuál debería ser el ingreso ideal para acceder a una vivienda sin comprometer excesivamente la economía familiar? Lamudi ha calculado los ingresos mensuales necesarios para que el alquiler no supere el 40% del presupuesto familiar, siguiendo las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En Ciudad de México, un hogar debería percibir 3,236 dólares mensuales (60,255 pesos) para alquilar una vivienda en Narvarte para mantener sus finanzas sanas. En el otro extremo, en Córdoba, Argentina, el ingreso ideal se sitúa en 740 dólares (13,779 pesos mexicanos).
La creciente brecha entre los salarios y el costo de la vivienda plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del modelo de desarrollo urbano en América Latina y exige respuestas innovadoras por parte de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil.
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