Norponiente: caída abrupta en proyectos nuevos
La región norponiente, que abarca Tijuana, Ciudad Juárez, Mexicali, Hermosillo y otras ciudades fronterizas, redujo su actividad constructiva en 76%.
Solo se iniciaron 500,000 pies cuadrados en el trimestre, frente a los 2.1 millones del periodo anterior. Aun así, la absorción creció 13% y superó los 980,000 pies cuadrados.
El precio de salida aumentó 2%, situándose en 0.70 dólares por pie cuadrado. La tasa de disponibilidad subió ligeramente a 10.6%, lo que la posicionó como una de las más altas del país. Destacaron nuevos parques en Tijuana, como Alius-Alamar y Venados 2.
Noreste: equilibrio entre oferta y demanda
La región noreste, encabezada por Monterrey y Saltillo, logró balancear su inventario. La oferta y la absorción se ubicaron alrededor de los 3 millones de pies cuadrados. El inventario total alcanzó los 355 millones de pies cuadrados, con una tasa de disponibilidad de 9.13%.
Los desarrollos iniciados sumaron cerca de 2.5 millones de pies cuadrados, en su mayoría proyectos a la medida. Cartones Ponderosa y Niagara Bottling fueron algunos de los inquilinos con mayor ocupación durante el trimestre.
Precios presionados
A nivel nacional, el precio promedio de salida subió 2%, impulsado principalmente por la región norte. “El incremento de precios se ve principalmente en los mercados de la zona norte, sobre todo por su ubicación estratégica para operaciones de manufactura o logística”, explicó Emilio Ibarra, analista de Datoz.
En paralelo, se observa un fenómeno de homogeneización en las tarifas: zonas que antes eran consideradas de menor demanda han igualado precios con aquellas más consolidadas, fenómeno atribuido a la presión derivada del nearshoring.
Perspectiva: señales mixtas
Aunque el segundo trimestre cerró con un balance de precaución, algunas señales apuntan a una posible reactivación. “Se han renovado algunos proyectos, lo cual desde nuestra perspectiva señala que muchos inversionistas ya no están viendo tanta incertidumbre pese a este tipo de anuncios”, comentó Pablo Quezada.
El Plan México, impulsado por el gobierno federal con incentivos para mercados emergentes, podría dinamizar zonas menos desarrolladas. Sin embargo, la escasez de mano de obra calificada en estos territorios representa un desafío estructural.