Más de 64% del parque habitacional del país se edificó mediante procesos de autoproducción, según estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Estas viviendas surgen de esfuerzos familiares, generalmente en etapas, sin acompañamiento técnico ni planeación estructural.
Esta modalidad predomina en las periferias urbanas, donde los hogares enfrentan de manera directa los efectos del clima extremo. Las zonas de expansión urbana suelen carecer de infraestructura básica, regulación o servicios públicos, lo que multiplica los riesgos ante eventos climáticos intensos.
Viviendas expuestas sin blindaje climático
Durante junio pasado, las lluvias superaron en 51.3% el promedio histórico nacional, con precipitaciones de hasta 150 milímetros en un solo día. En viviendas con techos improvisados, muros sin impermeabilización y drenajes precarios, el agua se filtra con facilidad.
La Encuesta Nacional de Vivienda (Envi) documenta que 44.2% de los hogares en el país presenta humedad y filtraciones. Además, 40.8% muestra cuarteaduras o grietas.
Las altas temperaturas también generan impactos. En mayo de 2024, la Ciudad de México registró un nuevo récord histórico con más de 34 grados centígrados. En zonas de autoconstrucción, donde predominan materiales sin propiedades térmicas y sin ventilación cruzada, las viviendas no logran mantener temperaturas habitables.
“En las viviendas sin aislamiento térmico ni ventilación cruzada, el calor se acumula y no existe forma de disiparlo, lo que compromete la salud de sus habitantes”, indica un informe técnico de Materiales San Cayetano Express.
Grietas en la estructura y en el suelo
Además de las amenazas atmosféricas, los movimientos del subsuelo también comprometen la seguridad estructural. En el Valle de México, la sobreexplotación de acuíferos genera subsidencia diferencial.
Esta condición crea grietas en el terreno que afectan de forma directa a viviendas construidas sin cimentación profunda o castillos estructurales.
El Congreso de la Ciudad de México identifica 591 puntos de fractura y hundimiento en alcaldías como Iztapalapa, Benito Juárez, Iztacalco y Gustavo A. Madero.