El baño es un lugar no sólo fundamental para una vivienda por las actividades que se realizan en el interior, sino que funciona como un espejo de las necesidades y hábitos de la sociedad.
Personalización en los acabados, el nuevo lujo
Durante la pandemia, por ejemplo, el objetivo de los productos para este lugar era mantenerlos lo más pulcros posibles, antibacteriales. En donde se tuviera el menor contacto con todo. Pero ahora esa idea cambió y se busca que causen confort y que sean personalizables.
“Todo esto de la limpieza y la importancia de la limpieza como la número uno, se ha ido. Ahora, es mucho más sobre la salud personal, sobre crear un espacio que realmente se adapte a tu propia personalidad. Y eso es lo que somos buenos en, lo que somos fuertes”, dice en entrevista Oliver Sogno, vicepresidente de Axor, línea de grifería de lujo de Hansgrohe, empresa alemana de productos para el baño.
La empresa, que exporta productos a más de 140 países, vivió esta transición en la venta de productos touchless a los que tienen más gamas de colores y acabados, que son adaptables a diferentes estilos de diseño (aunque no se precisaron cifras).
Es esta capacidad de personalizar los espacios hasta en el último detalle, lo que en la actualidad se percibe como lujo y que también se refleja en la grifería de Axor, que ha dejado atrás los materiales pesados, con elementos rebuscados, a figuras más minimalistas que son fáciles de incorporar.
“Significa encontrar diseños que te gusten, poder individualizar los acabados, que son la base del segmento de lujo. Y eso es lo que ofrecemos. Lo que hacemos ahora, más que antes, es todo ese servicio de individualización. Así que es más lujoso que puedes cambiar las formas, puedes cambiar los colores, lo que quieras”, explica Oliver Sogno.
El directivo visitó México con motivo del lanzamiento de Axor One, una línea creada en colaboración con Edward Barber del despacho londinense Barber & Osgerby y con quien colaboran desde hace más de diez años, y que en esta ocasión creó productos con líneas líneas simples, limpias y que crean piezas delgadas que pueden ser mate, brillantes y de casi cualquier color.
“Creemos en la fuerza de la relación a largo plazo. La historia de Axor comenzó hace 30 años con Philippe Starck, y continuamos trabajando con él (...). Así que estamos tratando de construir esas relaciones fuertes para que podamos continuar la discusión juntos, entre Axor y el diseñador, crear nuevas ideas. Nos conocemos, la colaboración se vuelve más fuerte, las ideas se vuelven más fuertes”, dice Oliver Sogno.
En el futuro, además de crear nuevas colecciones más innovadoras en cuanto a diseño, la empresa también busca inmiscuirse más en la sustentabilidad de la producción y en la modernización de la funcionalidad, apunta el directivo.