Cosentino, una marca europea de recubrimientos, vive una revolución impulsada por la sustentabilidad que la ha llevado a cambiar su identidad y a trabajar en crear nuevos productos diferentes a lo disponible en el mercado.
Sustentabilidad, el diferenciador en el diseño de recubrimientos
“Nos quitamos el tagline de que somos una superficie de cuarzo, porque creemos que somos más allá de una superficie de cuarzo”, dijo Karla Espinosa, responsable de marketing de la empresa en México, en el anuncio de que la compañía se amolda más a la definición de una de recubrimientos sustentables.
Este gran paso no se ha dado de un día para otro. Cosentino lleva por lo menos siete años realizando investigaciones para que las superficies que comercializa, principalmente para cocinas, fachadas y pisos, utilicen cada vez menos de este material y recurren a otros minerales, además de usar 20% productos reciclados como cristales y espejos. Todo es producido con 100% energía eléctrica renovable y 99% de agua reciclada.
La empresa ha buscado verle la cara buena a esta transformación que ha sido todo menos sencilla y se han dado cuenta de que con el uso de algunos de estos elementos han podido quedar colecciones únicas, que no tenían antes solo con el uso del cuarzo.
Por ejemplo los espejos pueden otorgar un brillo a las superficies similares al glitter y queda una experiencia moderna y diferente, que combinada con colores oscuros, da elegancia a los interiores.
De esta manera buscan demostrar que la sustentabilidad no solamente es un reto más sino un valor agregado para las marcas. Pero Cosentino no está exento de obstáculos. Sabe que tiene que ofrecer a sus clientes la misma calidad y durabilidad en sus productos, aunque estos ya no sean 100% de cuarzo, por lo que trabajan todos los días en buscar las mezclas de otros minerales de alto rendimiento que les den las mismas la misma calidad de acabados que en los anteriores.
Por ello están en un proceso de relanzamiento de todas sus colecciones, comenzando por Silestone, la más emblemática de la empresa. Ahora estará disponible como silestone XM, que quiere decir que además posee solamente 10% de sílice cristalina. Es este componente el que impulsó la transformación de Constantino ya que se trata de un elemento tóxico para marmolistas que aunque trabajan con equipo de protección, aún pueden resultar afectados por la volatilidad de este material.
Detrás de esa transformación también hay un objetivo normativo y comercial, ya que aunque aún no hay regulaciones legales para el mercado de los recubrimientos y sus contaminantes, la empresa prevé que en un mediano plazo llegarán, por lo que ellos prefieren adelantarse.
También se han dado cuenta de que los arquitectos buscan cada vez más construir edificios que sean sustentables, por lo que al ser ahora ellos una solución más “verde” podrán ser escogidos para ser parte de los acabados de los espacios. Este camino apenas comienza para la empresa europea, ya que será hasta 2025 que todas sus colecciones tengan menos de 10% de sílice cristalina.