La construcción podría incrementar por 5, o incluso por 10, su productividad sí adquiere un estilo de producción similar a la de la industria manufacturera y hace su transición tecnológica hacia la automatización y el uso de los datos. Por tanto, la Construcción 4.0, surgida a raíz de la revolución tecnológica, pivota sobre dos pilares: la industrialización de los procesos constructivos y la incorporación de tecnologías emergentes.
Gracias al aporte tecnológico, los edificios del futuro, por ejemplo, colaborarán en mejorar la relación con sus habitantes, empleados, pacientes o alumnos. Ayudarán a resolver los problemas que existen hoy relacionados al crecimiento imparable de las regiones metropolitanas, las cuales, en la mayoría de los casos, no implementan un plan sustentable en lo que hace a la provisión de servicios como agua y cloacas.
La conectividad y automatización de determinados procesos de construcción serán la clave para que la industria pegue el mayor salto evolutivo del último siglo y para que las ciudades estén preparadas para lo que ya se conoce como la Cuarta revolución industrial.
No obstante, a pesar de que, por ejemplo, la construcción comercial e industrial pretenden utilizar nuevas tecnologías digitales de planeación y edificación, como es el caso del diseño virtual BIM (Building Information Modeling), la realidad es que, como país, aún estamos en un proceso de aprendizaje, en donde la diferencia generacional es una de las causas que impacta en la adopción e implementación de nuevas herramientas.
Convergemos en una época donde una generación de ingenieros, arquitectos, contratistas, opta por procedimientos estándares y convencionales, mientras que nuevas camadas de jóvenes buscan soluciones innovadoras que aporten valor agregado. En el primer caso, para incitar la digitalización de la industria, habría que establecer indicadores sobre los procesos que se tratan de mejorar, calculando dimensiones e impacto, ya que, estas herramientas digitales, junto con la prefabricación, son vías para eliminar desperdicio en una obra, acelerar los tiempos de construcción y reducir los costos totales.
Teniendo en puerta estas opciones, hoy podemos hablar de herramientas tecnológicas colaborativas, en donde el principal objetivo es centralizar toda la información de un proyecto en un modelo de información digital.
Las herramientas digitales se han vuelto una necesidad, sin embargo valdría la pena también mirar otros conceptos como LEAN -que viene de la industria automotriz- y que ayudarían a la implementación de otras herramientas como BIM, a fin de aportar un mayor grado de fiabilidad y precisión en la estimación de costes, plazos, resultado y experiencia final, aproximando la digitalización a la construcción como uno de los 4 ejes principales de la industria: industrialización, sostenibilidad y eficiencia energética.