Las bondades de la construcción con contenedores
Sergio Noguera Rodríguez, arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de La Coruña, España, habla a Obras sobre las bondades de la construcción con contenedores.
A pesar de que no considera que la arquitectura de contenedores se pueda clasificar como tendencia, ha comprobado que ésta tiene una gran aceptación en un público bastante amplio y lo atribuye a su estética fuerte, diferenciadora y "brutalista" (en el sentido de que el material se refleja tal y como es, con toda su dureza).
Nota: Contenedores, la alternativa que vino del mar
A modo de enumeración, define las principales ventajas del uso de contenedores en la construcción de edificaciones:
Ecología. Son reciclables, reutilizables y reducen el uso de otros materiales de construcción, compatible con el concepto de diseño 3R (reutilizar, reciclar y reducir).
Reducen el impacto sobre el terreno, pues no requieren de excavaciones, minimizando el daño al medioambiente. Facilitan las tareas de montaje y desmontaje, pues se pueden trasladar en camión, generando menos polución y ruidos.
Bajo mantenimiento. Por sus características, son fuertes, durables, apilables y modulares. Resisten las peores condiciones, desde climáticas (frío, calor, agua salada, vientos, aguaceros) hasta fuego y sismos, entre otras.
Flexibilidad. El carácter modular de los mismos permite crear estructuras cambiantes en el tiempo adaptándose a las necesidades de sus ocupantes. Su carácter móvil permite un fácil trasladado a otro lugar asegurando la inversión realizada.
Versatilidad estética. Es posible realizar infinitas combinaciones de acabados exteriores e interiores para reflejar el estilo personal de cada individuo. Puede optarse por no forrarlos y simplemente pintar la chapa.
"Solo tienen una limitación", señala Noguera, "y es la altura máxima de apilamiento, hasta 7 – 8 plantas. Fuera de esto, se puede realizar cualquier tipo de edificación sea cual sea el reto".
Economía. Se puede ahorrar dinero en la construcción propiamente dicha, permitiéndonos expandir el espacio habitable y/o invertir en el diseño interior, algo diametralmente opuesto a lo que sucede con una casa tradicional.
El ahorro podría llegar hasta un 30 - 35% respecto de la construcción tradicional, ya que no se requiere de cimentación ni muchas características de la obra negra. Mientras menos se manipule cada pieza, lo justo y necesario para aprovechar sus características propias, más se puede economizar.
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* Directora de Proyectotal (proyectotal.com) y arquitecta por el Tecnológico de Monterrey.