En comparación con marzo del 2020, el valor de producción fue -10%, el margen más pequeño registrado desde mayo del año pasado.
Esta recuperación es impulsada por la construcción de obra civil, en la que se incluye la infraestructura. De manera precisa, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía, Estado de México, y que recientemente fue agregado al estudio, es el que destaca.
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En diciembre del 2020, el valor de producción de este segmento tenía un valor de 38.9 puntos, y las obras específicas de transporte y urbanización 22.6. No se contemplaba la construcción del aeropuerto.
Un mes después, transporte y urbanización creció a 27.2 puntos, con la incorporación del aeropuerto aportando 4.2 puntos. Y en marzo, este elemento creció a 7.5, empujando a la categoría a 29.9 puntos y dejando a la obra civil como la segunda que más aporta, solo detrás de edificación —47.5 y 43.4 puntos respectivamente—.
El aeropuerto Santa Lucía también ha aumentado la contribución del Estado de México a nivel nacional, que pasó de 6 puntos a 12.7, superando a Nuevo León, entidad en donde históricamente se acumula la producción de la construcción.
El megaproyecto, uno de los prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, es construido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por lo que aunque sí genera empleos civiles, los beneficios en el crecimiento de la industria no se traducen a las empresas constructoras.
La categoría de edificación, en la que se encuentra la vivienda, edificios industriales, comerciales, de servicios, escuelas y hospitales, ha descendido desde diciembre del año pasado. Pasó de tener un valor de 51.7 puntos a 47.9.