Las fallas estructurales que comprometen la seguridad y estabilidad de algunos inmuebles, en muchas ocasiones no son visibles, lo que provoca que haya un riesgo al habitar en ellos. Después del terremoto del 19 de septiembre del 2017 , estos “vicios ocultos” cobraron gran relevancia, porque se pudo evidenciar que hacen la diferencia entre que, en estas situaciones, un edificio permanezca en pie o no.
Karla Cruz González, abogada especialista de Asuntos Financieros e Inmobiliarios, y Arturo Rodríguez Habeica, socio del despacho BRRH Abogados, consultados por el portal Propiedades.com, clasifican estas fallas en tres sectores: construcción, que trata de grietas en muros, desprendimiento de ladrillos o materiales de revestimiento; instalación, por vicios en la instalación eléctrica, hidráulica o tuberías; y servicios con fallas en instalación de red sanitaria, drenaje, agua, mala impermeabilización, entre otros.