De acuerdo con el informe CBRE Flash Call Covid-19 Impact on Latin America Commercial Real Estate, la demanda de espacios comerciales se ha desacelerado en el último año, durante el cual no hubo expansiones importantes, pero sí retrasos en la construcción de nuevos centros comerciales; no obstante, la tasa de desocupación para los fashion malls se incrementó de 9% al cierre de 2018 a 15% a inicios de 2020; asimismo, se estima una disminución en la absorción de espacios comerciales de 44% durante este año.
En México, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), la cual agremia a 62,000 tiendas que ocupan una superficie de 23 millones de metros cuadrados, estima que la contracción promedio de tiendas totales en junio fue de 16.2%.
Por otro lado, el sector de oficinas corporativas ya mostraba signos de desaceleración al cierre de 2019. De acuerdo con el reporte Market beat Mexico City Office de Cushman & Wakefield, el sector alcanzó una tasa de desocupación de 13.7% al cierre de 2019, con una absorción de 147,000 m2 durante ese año, lo que representa apenas una cuarta parte de la absorción de años anteriores; parte de dicha absorción se dio en empresas de espacios de coworking, que han mostrado un crecimiento significativo particularmente durante los últimos tres años.
La construcción de oficinas corporativas alcanzó su pico en 2016, con aproximadamente 1.6 millones de m2, reduciéndose a 500,000 m2 al cierre de 2019.
Durante el primer semestre de 2020 hubo una desabsorción de alrededor 70,000 m2 de oficinas. En este sentido, este segmento se encuentra en un proceso de “revaluación”, incluyendo a las firmas de espacios compartidos, refiere Eugene Towle, socio director de Softec.
En opinión de Towle, existen dos macrotendencias, una en la cual las empresas incrementarán los metros cuadrados utilizados para oficinas y otra orientada a espacios y horarios más flexibles. Los dueños perciben que bajará la demanda, pero ligeramente.
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Vivienda
Si bien el desarrollo de vivienda se encuentra íntimamente ligado al sector de la construcción en general y, por lo tanto, ha mostrado signos de debilidad en meses recientes, los apoyos gubernamentales principalmente en vivienda de interés social, así como la disminución de tasas de interés bancarias, que conducen a un mayor acceso a financiamiento (para desarrolladores y para adquirentes), ayudarán a mitigar el impacto económico en la industria en los meses siguientes.
No obstante, la perspectiva a mediano y largo plazo no es positiva debido al incremento en los niveles de desempleo y posibles repercusiones en el ingreso familiar.