1. Parejas
El estudio de la empresa arrojó que los jóvenes están principalmente interesados en la obra nueva para convertirla en su primer inmueble. Además, se enfocan en viviendas con precios competitivos, ya que aunque se encuentran en lugares comunicados y con servicios, pero no en las zonas caras de las ciudades, ya que se adaptaron rápidamente al teletrabajo.
2. Personas que aplicaron el home office
También hubo familias que decidieron buscar una mejor calidad de vida y a un precio menor a las afueras de las metrópolis, con viviendas más amplias y jardines.
Esta idea surgió después de la implementación del home office, que ha permitido a las personas movilizarse lejos de sus espacios de trabajo; “la ubicación de su empresa ya no les condiciona a la hora de elegir vivienda. Esto les permitirá optar por un inmueble de obra nueva mucho más adaptado a sus necesidades, en el que llevar a cabo cómodamente su jornada en remoto y donde poder desconectar el resto del día”, dice la compañía.
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3. Segunda vivienda
Las personas que no se vieron tan lastimadas en sus ingresos, también consideraron adquirir un segundo lugar en destinos turísticos o con menos densidad poblacional, para pasar gran parte del año, no sólo fines de semana o vacaciones.
Por lo que se interesaron en construcciones nuevas con todos los servicios y cerca de poblaciones desarrolladas.
4. Inversionistas
Como manera de incentivar la compra de vivienda, la banca, en casi todos los países, bajó las tasas de interés de las hipotecas a mínimos históricos, por lo que las personas dedicadas a invertir en inmuebles vio una gran oportunidad.
“Aunque esta búsqueda de rentabilidad siempre ha estado muy ligada a la segunda mano, ahora, con el crecimiento de la demanda de obra nueva y del alquiler, el inversor particular está viendo este mercado como una oportunidad para obtener beneficios”, dice Solvia.
