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La pandemia acelera cambios en los sistemas de ventilación

Los edificios saludables estaban en tendencia antes de la pandemia, pero la contingencia sanitaria ha hecho a estos espacios indispensables.
lun 09 noviembre 2020 05:05 AM
Construction workers reading blueprints
La ventilación en los inmuebles retoma importancia durante la pandemia.

La pandemia de COVID-19 está acelerando la implementación de sistemas de ventilación automatizados y más eficientes, principalmente en edificios de oficinas y hoteles, ante la necesidad de tener un menor riesgo de salud.

Aunque desde el año 1986, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el término “ edificios saludables “, ahora cobra una mayor relevancia por la emergencia sanitaria que enfrenta el mundo, menciona Tania Kalinka, directora de la división Digital Energy de Schneider Electric México y Centroamérica.

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“Esta preocupación viene a tener un mayor relevancia para asegurar que los espacios donde nosotros estamos y donde toda la gente pasa gran parte de su tiempo, como puede ser oficinas, sean saludables“, señala.

Esta tendencia, considera, se verá principalmente en edificios de oficinas y hoteles, sobre todo por la concurrencia de personas y porque otros lugares como hospitales ya tenían, por su propia condición, sistemas de automatización para medir temperatura, humedad, entre otros aspectos.

“Parte de lo que también detonará estos cambios es por ejemplo en la parte de oficinas el regreso de la gente. Con la necesidad del regreso de la gente a estos espacios en condiciones que se requieren de salud van ir siendo detonadores de estas necesidades“, asevera.

Ulises Treviño, director general de Bioconstrucción y Energía Alternativa, coincide en que el COVID-19 aceleró los cambios para ahora diseñar y construir espacios más saludables.

Sin embargo, aclara que esto permite reducir riesgos, pero no garantiza que no existan potenciales contagios, ya que eso depende de varios factores, aclara.

Menciona que uno de los cambios será en los sistemas de purificación y filtración de alto desempeño que puedan retener elementos que pueden ser nocivos para las personas.

Además, debe considerarse la inyección de aire exterior cada determinado tiempo para conseguir que en el espacio interior para que se reduzca el riesgo de propagar un aire potencialmente contaminado.

Kalinka señala que se espera que se integren a más edificios de oficinas, sistemas automatizados que cuenten con sensores y actuadores, que permitan informar los parámetros de temperatura, circulación del aire, humedad, ruido, entre otros.

“Y desde el cual tú como usuario puedes hacer los cambios para adecuar también estos parámetros, si sientes que la temperatura está subiendo, elevar el nivel de aire, sensores de bióxido de carbono para asegurar un ambiente saludable. Que nos dé también sensibilidad sobre qué tanto se está concentrando en un momento dado faltando circulación de aire, la iluminación“, explica.

Aunque el reto actual es que sea una tecnología completamente accesible y simple no solo para su implementación, sino también para el usuario de una oficina, menciona la directora de Schneider Electric, empresa que ya ha implementado algunos sistemas de este tipo en edificios de México.

Agrega que este tipo de sistemas de automatización representan, en promedio, de cinco a 10 por ciento del costo de los equipos de aire acondicionado e iluminación de un edificio.

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Retos a la vista

Los edificios de 15 años o menos de antigüedad muy probablemente ya cuentan con sistemas de inyección y purificación, por lo que requerirán ajustes menores como mayores eficiencia, pero los más antiguos se enfrentarán a un reto mayor, menciona Treviño.,

“Un proyecto antiguo de hace algunos lustros no tenía el concepto claro (de edificio saludable).Tenemos espacios herméticos cerrados que dependen de ventilación artificial no diseñados para tener inyección y extracción de aire exterior.

Ahí esta el gran reto, ahí sí puede suponer la necesidad de hacer modificaciones profundas a los sistemas existentes para dotarlos de manejadores o instrumentación para inyectar aire interior en la mayor medida posible“, sentencia.

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Eso requeriría cambios de infraestructura y mecánicos que suponen una intervención mayor que conllevarían gastos importantes.

Otro reto es el gasto enérgico, ya que contar con filtro y sistemas de inyección de aire exterior requiere gastos adicionales.

En México existe la norma voluntaria NOM-001-STPS-2008, que establece que en la mayoría de los edificios, incluidos los de oficina, la renovación de aire no debe ser menor a cinco veces por hora, pero ahora se está debatiendo si deben ser más, ya que algunos estándares internacionales contemplan más, comenta.

“Se tiene que encontrar una solución. Un balance práctico, pero de entrada sí tiene que contemplarse purificación, filtración y el ingreso de aire fresco“, sentencia.

Treviño que esta norma incluso podría volverse obligatoria a la luz de los cambios que supone la pandemia actual.

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