En la Ciudad de México, adquirir una vivienda se ha convertido en un sueño cada vez más lejano para la mayoría de sus habitantes. Mientras el salario promedio mensual en la capital ronda los 4,900 pesos, el precio medio de un departamento alcanza los 5.4 millones de pesos, según datos de la consultora Tinsa al cierre de 2023.
El precio de la vivienda: una crisis global que golpea a México y al mundo
Esta brecha abismal entre ingresos y costos inmobiliarios refleja una realidad alarmante: un trabajador promedio necesitaría destinar más de 91 años de su salario íntegro para comprar un departamento.
Pero esta situación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCDMX) es sólo un ejemplo de la crisis habitacional que afecta a numerosas ciudades alrededor del mundo.
España: el caso de Barcelona
En Barcelona, España, la situación ha llegado a un punto crítico.
En las últimas semanas se han viralizado imágenes de catalanes disparando con pistolas de agua a turistas sentados en restaurantes al aire libre pidiendo que se vayan, ya que debido al turismo el precio de la vida en la ciudad es insostenible, argumentan.
Según informes del New York Times, Daniel Pardo Rivacoba, uno de los organizadores de la protesta, dijo que "mojar a alguien no es violencia", y argumentó que "es más violento lo que la población sufre cada día".
Esta acción refleja la creciente tensión entre los residentes locales y la industria turística, que representa el 14% del producto interno bruto (PIB) de Barcelona y genera 150,000 puestos de trabajo, según datos del ayuntamiento.
Pero el problema en Barcelona va más allá del turismo. La demanda de alojamiento de corta duración está agravando un mercado de vivienda cada vez más inaccesible.
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De acuerdo con Real Advisor, el precio promedio actual de una vivienda en Barcelona es de 4,091 euros el metro cuadrado (80,458) en compra y 278 euros (5,465 pesos) al año el metro cuadrado por alquiler. En tanto que el salario bruto medio es de 33,837 euros al año (666,195 pesos).
Como respuesta, el alcalde de la ciudad catalana, Jaume Collboni, ha anunciado planes para eliminar todas las viviendas de alquiler a corto plazo para finales de 2028, calificando la situación como el "mayor problema" de la ciudad.
Antes, ya se había trabajado en una estrategia de zonificación, en donde se determinaban si se podían dar permisos para plataformas de corta estancia, dependiendo del lugar y demanda de vivienda. Pero no fue suficiente.
Canadá: huelgas de inquilinos y aumento de precios
En Canadá, la crisis habitacional también ha alcanzado niveles alarmantes. La Canadian Broadcasting Corporation (CBC) reporta que los alquileres han aumentado constantemente a nivel nacional desde 2021, alcanzando un récord en junio de 2023 con un promedio de 2,042 dólares canadienses (26,886 pesos mexicanos).
Este incremento de 10% respecto al año anterior ha llevado a inquilinos en ciudades como Toronto a organizarse en protestas de alquiler.
Este movimiento no solo ha captado la atención pública, sino que también ha inspirado a otros a aprender cómo organizarse. "Es una señal esperanzadora de que la gente se está levantando y contraatacando", dijo a CBC Bruno Dobrusin, organizador del sindicato de inquilinos de York South-Weston en Toronto.
La Corporación Canadiense de Hipotecas y Vivienda (CMHC) proyecta que, a pesar de la intensificación en la construcción de nuevas viviendas, el país aún enfrenta un déficit de 3.5 millones de unidades para lograr "la asequibilidad de la vivienda para todos los que viven en Canadá" para 2030.
Esta escasez de viviendas asequibles está llevando a muchas personas a considerar la organización colectiva como una forma de impulsar soluciones a la crisis inmobiliaria.
Ricardo Tranjan, economista político del Centro Canadiense de Políticas Alternativas, señaló al medio de comunicación que "la gente no ve ningún cambio ni mejoras año tras año". Esta frustración está alimentando un creciente movimiento social que busca presionar por cambios en las políticas de vivienda.
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Alemania: aumento de precios y escasez de viviendas
Alemania, tradicionalmente conocida por su mercado de alquiler estable, también se enfrenta a desafíos significativos en el sector de la vivienda.
En las principales ciudades alemanas como Berlín, Múnich y Frankfurt, los precios de alquiler y compra han aumentado drásticamente en los últimos años, superando con creces el crecimiento de los salarios, de acuerdo a DW.
Según un informe del Deutsche Bank, los precios de la vivienda en las siete principales ciudades alemanas aumentaron 123% entre 2009 y 2019.
Este aumento exponencial ha llevado a muchos residentes a la frustración y a la acción política. En Berlín, por ejemplo, se implementó en 2020 una ley de congelación de alquileres, aunque posteriormente fue anulada por el Tribunal Constitucional Federal.
La escasez de viviendas asequibles en Alemania se ha convertido en un tema político. El gobierno federal ha establecido el objetivo de construir 400,000 nuevas unidades de vivienda al año, pero los expertos señalan que este objetivo es difícil de alcanzar debido a la escasez de mano de obra en el sector de la construcción y los complejos procesos de planificación urbana.
Unión Europea: un problema generalizado
La crisis de la vivienda no se limita a países específicos dentro de la Unión Europea, sino que se ha convertido en un desafío generalizado en toda la región.
Un informe de la Federación Europea de Vivienda Pública, Cooperativa y Social (Housing Europe) revela que casi el 10% de los hogares en la UE gastan más del 40% de sus ingresos en vivienda, una situación que se considera una "sobrecarga" financiera, reporta The Guardian.
Esta situación está llevando a un aumento de la pobreza relacionada con la vivienda y a una creciente preocupación por la exclusión social.
La Comisión Europea ha reconocido la magnitud del problema y ha lanzado iniciativas como el Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales, que incluye objetivos específicos para abordar la falta de vivienda y la exclusión en materia de vivienda.
Sin embargo, los críticos argumentan que se necesitan medidas más contundentes y una mayor inversión en vivienda social y asequible a nivel de la UE.
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Estados Unidos: desigualdad y gentrificación
En Estados Unidos, la crisis de la vivienda se manifiesta de manera particularmente aguda en las grandes áreas metropolitanas. Ciudades como San Francisco, Nueva York y Los Ángeles han visto aumentos astronómicos en los precios de la vivienda, lo que ha llevado a un proceso de gentrificación y desplazamiento de comunidades de bajos ingresos, dice PBS News.
Según datos de la National Low Income Housing Coalition, un trabajador a tiempo completo que gana el salario mínimo no puede permitirse un apartamento de dos habitaciones en alquiler en ningún estado de EU. En muchas áreas urbanas, incluso los trabajadores de clase media luchan por encontrar viviendas asequibles.
La crisis se ha visto exacerbada por la pandemia de Covid-19, que ha aumentado la inseguridad habitacional para millones de estadounidenses.
A pesar de las moratorias temporales de desalojo implementadas durante la pandemia, muchos inquilinos siguen enfrentando el riesgo de perder sus hogares una vez que estas protecciones expiren.
En respuesta a esta crisis, varias ciudades estadounidenses están explorando soluciones innovadoras. Por ejemplo, Minneapolis ha eliminado la zonificación exclusiva para viviendas unifamiliares, permitiendo la construcción de viviendas multifamiliares en más áreas de la ciudad.
Otras ciudades están considerando programas de control de alquileres y aumentando la inversión en vivienda pública.