Monterrey, por ejemplo, fue el sitio con la caída más profunda. La compañía registró que el promedio anual fue 22% menor al registrado en 2019. En el caso de la Ciudad de México, la contracción fue de 9%, dato con lo que coincide la plataforma inmobiliaria de Mercado Libre.
Además, durante el primer semestre del año, la oferta superó a la demanda en la capital del país: mientras 19.93% del total de inmuebles disponibles en el país eran ofrecidos, sólo 1.04% de personas estaban interesada en realizar una compra, señala Lamudi.
Los resultados negativos fueron impulsados por dos factores: la migración interna en el país, debido a la implementación de home office, que permite laborar desde cualquier lugar, y la incertidumbre económica.
Pero, a la par, lugares del país se vieron beneficiados por estos cambios. En el estado de la eterna primavera, la demanda de compra de bienes inmuebles registró un incremento de 5%.
“Lo que se vivió el año pasado fue que muchas personas que ya estaban con la idea de comprar un domicilio, de salir de la Ciudad de México, tuvo preferencia por Cuernavaca y, en general, Morelos, por la cercanía. Estamos a 40 minutos de la capital del país”, explica Ernesto Delint Magallón, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), sección Cuernavaca.
El experto agrega que las viviendas con un costo menor a los 3 millones de pesos, también en lugares como Temixco y Tequesquitengo, fueron las que más se comercializaron —aún no hay datos oficiales al respecto—, igualmente ayudadas por los créditos hipotecarios que dieron facilidades a los compradores para incentivar al sector.
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